
Cristina consideró que Argentina y Brasil están ante una oportunidad única para el desarrollo de sus naciones, con mayor equidad. Lo dijo al agasajar en la Cancillería a su par brasileña, Dilma Rousseff, quien recordó con emoción al ex presidente Néstor Kirchner.
"Quiero rendir homenaje a la memoria de Néstor Kirchner, compañero y amigo, valiente líder político y hombre de acción", inició la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, su discurso en el Palacio San Martín. A su turno, la mandataria argentina, Cristina Fernández, aseguró que ambos países están ante "una oportunidad única" para el desarrollo en beneficio de sus pueblos.
Roussef y Fernández, en ese orden, expusieron durante el almuerzo en honor de la presidenta visitante realizado en la sede histórica del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino, frente a Plaza San Martín.
Dilma inició sus palabras con un sentido y claro homenaje a Néstor Kirchner, el ex mandatario fallecido hace poco más de tres meses. "Néstor dejó un legado extraordinario para la Argentina y para todo el continente americano. Será fuente de inspiración para quienes anhelamos una América del Sur democrática", manifestó.
Agradeció también la solidaridad argentina por la recientes inundaciones que afectaron al estado de Rio de Janeiro. "Nuestra unión, para que sea duradera, se debe reflejar en nuestros pueblos, en especial en los más necesitados", acotó.
"Somos países especiales, con una agricultura profesional productiva y de alta tecnología, con recursos minerales y energéticos y capacidad de avanzar en donde muchos no logran hacerlo, como biocombustibles, combustibles fósiles e hidroelectricidad", añadió.
Roussef se refirió a los avances en los sectores "cultural y científico, capacitados para innovar, producir nuevas fronteras de avance tecnológico, grandes proyectos, en los que dimos un paso, como la propuesta de construcción de la hidroeléctrica Garabí".
"Será la primera obra hidroeléctrica binacional", dijo y anticipó que consolidará la unión con un organismo bilateral que desarrollará "la energía nuclear para fines pacíficos" y, concretamente, un "reactor multipropósito".
También hizo hincapié en la "plataforma productiva común entre Argentina y Brasil, fundamental para la proyección de intereses y valores comunes. Aprendimos, con Kirchner, en su particicpación en Unasur y seguiremos coordinando esfuerzos, como la unión aduanera y ciudadana".
"Tenemos una amplia convergencia de visiones en una gran cantidad de temas, como Haití, el G-20 financiero, la presidencia argentina en el G-77", subrayó.
"Cuando fui electa -Cristina- declaró que me esperaba con mucho cariño y espero retribuirle, porque somos las dos primeras presidentas de nuestros paises electas directamente para ser presidentas, por el voto popular y esto debe ser motivo de orgullo, no sólo para nuestras compatriotas sino para todas las mujeres de Latinoamérica", dijo.
"Esta circunstancia expresa la madurez democrática de nuestros países y traduce en acciones concretas nuestros compromisos con los más frágiles y los derechos humanos. Brindemos a la salud de la presidenta Cristina y por un futuro común de desarrollo económico, inclusión social, alta autoestima y paz", finalizó Dilma.
Cristina detacó la unión con Brasil
"Dilma expresa colectivamente esta asociación entre Argentina y Brasil", afirmó Cristina. "Siento como un gran desafío eso de ser mujer gobernando y la ayudaré, no con consejos, porque es lo suficientemente inteligente para saber lo que hay que hacer...", expresó.
"Estamos ante un gran desafío para Argentina y Brasil y también lo es para el sector privado argentino y brasileño", evaluó. "Debemos ser los grandes articuladores, desde el Estado, para poder unir", acotó.
Es fundamental, prosiguió la presidenta argentina, aprovechar "lo que Brasil ha podido acumular por volumen, perseverancia, por conquistas de mercados", tanto como la experiencia argentina de "recuperar dignidad, soberanía, identidad, que no se agota en la producción primaria, sino que quiere ser un país que genere mucho valor a sus productos".
Así, consideró que "la ciencia y la tecnología darán la gran diferencia en este siglo XXI; por eso la creación de foros empresarios, monitoreados por los funcionarios de cada área, para llegar a la convicción de que seremos protagonistas del siglo si somos capaces de integrar producción, industria, lo científico-tecnológico, con espacios como el nuclear, para orientar desde el Estado".
Recordó su reciente intervención en el G-20. "Lo que algunos ven como crisis puede ser un momento de cambio", es un concepto que visualizó a partir de esa experiencia. "Es necesario comprender que un viejo orden cayó estrepitosamente, porque se basaba en una gran injusticia e inequidad en términos de intercambio. No sólo la especulación financiera, sino el trabajo, conduce a la felicidad de los pueblos", aseveró.
"El desarrollo y el crecimiento no puede estar desvinculado del bienestar social de nuestros pueblos", dijo y aseguró que es necesario que "los más pobres, los más vulnerables y postergados puedan acceder a salud, educación y vivienda".
"Sin contradicciones entre exportaciones y mercado interno"
"Por eso, sabemos que no puede haber contradicción entre mercado interno y exportaciones, en nuestros países", afirmó Cristina y consideró que debe haber "producción primaria, con agregado de tecnología y muchos fierros nacionales".
Argentina y Brasil, por ser las mayores economías del cono sur, "tienen con la región las mayores responsabilidades; y no sólo las presidentas, sino también los empresarios. Somos nosotros los que tenemos la inmensa responsabilidad de impulsar este proceso productivo, agregar valor a nuestras cadenas", recalcó. Y dijo que fue parte de lo conversado hoy en los diálogos con Dilma.
"Concluyo con mi conceptualiación del siglo XXI: alimentos, energía para sustentar el crecimiento económico y gran desarrollo científico y tecnológico, muchísima cantidad de comida a crecientes masas que se incorporan en los países emergentes; en 2050 vamos a necesitar la misma cantidad de comida que se produjo durante toda la historia de la humanidad para la demanda que va a haber en esos momentos", describió.
"La asociación estratégica de Brasil y Argentina es clave, y no es un discurso, porque el mundo cambió totalmente en 2008; nadie se lo imaginaba, no en esta dimensión y profundidad, con acontecimientos públicos y notorios en otras latitudes que no tienen que ver con la economía y la politica, sino con cosas mas profundas e inmanejables", continuó Cristina.
De allí que destacara: "No tenemos conflictos religiosos, ni étnicos, lo que nos convierte en una región con una oportunidad única. Espero, es un deseo y un pedido, que todos los que tengan responsabilidades estén a la altura de las circunstancias y no tengamos que ver, como nos ha pasado en nuestra historia reciente, en los siglos XIX y XX, eso de no saber interpretar los cambios de la historia y actuar en contra de nuestros propios intereses. No importa por qué, lo importante es haber aprendido la lección".
"Ni las feministas más combatientes lo hubieran pensado", eso de que dos mujeres gobernaran Argentina y Brasil, finalizó. Por lo que dedujo que "es posible tener sueños y llevarlos a cabo".