
Cristina Fernández convocó a un Acuerdo del Bicentenario, del gobierno, los trabajadores y los empresarios, que tenga como pilares el desarrollo del mercado interno, el desendeduamiento, la capacitación permanente, entre otras cuestiones.
La presidenta Cristina Fernández convocó a un Acuerdo del Bicentenario, que sea superador, cuyo basamento sea el desarrollo del mercado interno, se abandone “la idea ingenua del libre mercado sin ningún tipo de restricción”, que tenga un financiamiento que no tiene que ser generalizado y la capacitación permanente y el desendeudamiento como otros pilares básicos.
Al hablar antes del almuerzo con la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT), encabezada por su titular Hugo Moyano, con la participación de ministros del Poder Ejecutivo y gobernadores de varias provincias, la presidenta propuso hablar de “acuerdos explícitos, no solamente de este gobierno con los trabajadores, sino del gobierno, de los trabajadores, de los empresarios”.
“Convocarnos en este año del Bicentenario a un acuerdo superador, en el que podamos plasmar cuales son la directrices, los basamentos” y agregó que “ya nadie puede discutir estos siete años” , y además “en el último año, en 2009, se puso a prueba como nunca la solidez del modelo” durante la crisis internacional en el que vimos las economías en el mundo que “se derrumbaron”.
Sostuvo que “es el momento apropiado para el Acuerdo, no solo por 200 años” sino “por la experiencia que hemos tenidos en últimas décadas” en los que “se ha intentado instalar modelos basados en monetarismos que ha caído en desuso en el mundo, porque fracasaron”.,
Cristina Fernández propuso “conformar un acuerdo del Bicentenario en el cual presupuesto básico se den por sentado, se plasme, primero la necesidad de conciliar en las fuerzas políticas, sociales, empresariales, la certeza que el desarrollo del mercado interno es condición sine quanon de cualquier proyecto en la Argentina para que haya viabilidad institucional y social”.
Recordó que 2009 con una fuerte intervención del estado, se pudo sostener la demanda agregada, los recursos de los trabajadores, los aumentos salariales, a las jubilaciones, las ayudas a empresas en problemas, los Repro, los préstamos, la Asignación Universal por Hijo, que dio una formidable inyección de fondos al mercado, las cooperativas, que contribuyeron a que mercado interno, que venía sólidamente encaminado por el trabajo, mejorar ingresos y fuerte seso exportador haya permitido sortear esta crisis en 2009”.
Sostuvo que la segunda base fundamental debería ser la necesidad “de abandonar idea ingenua del libre comercio sin ningún tipo de restricción” que intentaron llevar adelante en los ‘90 y que “ningún país del mundo lleva adelante, no proteccionismo, que es una deformación, sino protección de oferta que es proteger a las empresas y sus trabajadores”.
La presidenta destacó que tenemos que tener “un mercado más amplio” no solo para sus 40 millones de habitantes sino, al mismo tiempo, para “conquistar nuevos mercados que nos permitan colocar mayor volumen”.
Señaló que la inflación, como un fenómeno recurrente en la Argentina desde décadas “se tiene que terminar con ese verso que el salario de los trabajadores provoca inflación”.
Sostuvo que hay que “tener claridad de volver a conciliar la demanda con la oferta en Argentina, a través de procesos de financiamiento para que se sostenga la rentabilidad, que la rentabilidad empresaria se mantenga no porque se aumenten los precios, sino el volumen, los consumidores. Ahí está la clave”, recordando que “lo otro causo cuellos de botella históricos que han terminado sepultando procesos económicos que terminaron muy mal”.
En otro pasaje de su discurso reconoció la autoridad de la CGT “por la conducta que han tenido estos años, una conducta de una responsabilidad pocas veces vista, con negociaciones colectivas que superan los 2500 convenios colectivos”, asegurando que “no habrá planteos como algunos preanuncian desestabilizantes, excesivos; cada actividad negocia de acuerdo a su propio carácter y necesidades”.
Otra cuestión fundamental del Acuerdo del Bicentenario es que “la manera de financiamiento tampoco tiene que ser política generalizada, cada sindicato sabe hasta dónde puede, también cada empresa tiene un problema diferente o de financiamiento o de cadena de valor y todas las vicisitudes que pueda atravesar la empresa. El año pasado tuvimos una inversión del 20,3 por ciento del PBI frente al 2008, del 23,, 1 por ciento de inversión en el PBI”.
Otra de las bases del Acuerdo del Bicentenario es “la capacitación permanente del recurso humano”, señalando que ya se viene realizando desde el Estado, como también desde los sindicatos.
Expresó luego que “otro de los pilares del acuerdo debe ser profundizar el desendeudamiento de la Argentina señalando que “ha sido una de las restricciones más severas que ha tenido la economía para su crecimiento”.