Ante versiones periodísticas que mencionan que en las próximas semanas podría haber cambios en algunos ministerios, el jefe de Gabinete rechazó tal posibilidad. "El día que la Presidenta decida hacer algún cambio, se enterarán por ella y no porque aparezca en un diario", aseguró.
Algunos diarios publicaron hoy la supuesta intención de cambiar ministros nacionales tras el Mundial de Sudáfrica. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue muy enfático al negar esa posibilidad.
“Esto que ha aparecido, y que particularmente se ocupa de mí, es obra del perverso de Magnetto y el monopolio. Como no me callo la boca, me eligieron de punto”, se quejó Fernández, en declaraciones a Radio Del Plata. “Hay que seguir trabajando”, agregó para despejar cualquier tipo de dudas.
Remarcó el jefe de ministros que las decisiones las toma Cristina Fernández, sin importar las versiones periodísticas. “El día que la Presidenta decida hacer algún cambio, se enterarán por ella y no porque aparezca en un diario. Primero lo va a decir la Presidenta, nunca va a estar en boca de nadie”, justificó.
Y conjeturó: “Es raro que en siete años no hayan aprendido que nuestro grupo político toma las decisiones así, generalmente se sorprenden porque no se entera nadie”.
Además, negó que el Gobierno pretenda aprovechar políticamente los festejos del Bicentenario, a los que calificó de “espectaculares”. “La Presidenta siempre insistió en que esto tenía que ser una fiesta de todos. Y nadie del Gobierno ha salido a reivindicar otra cosa que no sea eso”, advirtió Aníbal.
“No era un tema para embanderarse o sacar la ventajita política de siempre –añadió el jefe de Gabinete–. La gente no fue convocada por nadie ni arriada por nadie, fue en familia. Yo me llevé la parte de argentino que me tocó y me siento feliz por eso.”
Como contrapunto, marcó diferencias con lo que fue la reinauguración del Teatro Colón, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. “En vez de hablar de arte en el Colón, hablábamos de lo que tenían puesto”, se molestó.
“La Bohème pasó a segundo plano, a nadie le importó nada. Lo que parecía es una muestra de plástico, y de lo que estábamos hablando es de arte”.